martes, 14 de septiembre de 2010

Zas, ya, si?, no!



Avanzo a pasos agigantados. La quimera se va enfocando poco a poco, pero freno. Aprendo a volar y el segundo día me corto un poquito las alas.

Sé donde encontar los hielos suficientes para tranquilizarme.

No evito saltar, gritar, demostrar la fuerza que ahora me sobra. ¿y si la guardo?

¿Para qué?

Estallo, entorpezco mis propios pasos, me tropiezo, sigo caminando con una sonrisa y atrapo al aire todo lo que llega. Miradme, estoy escribiendo con una sonrisa.

Demasiado personal, rápido, sin repasar, utópico.

1 comentario:

Jessica dijo...

Las utopías son tan encantadoras!

Un besazo enorme! :D