sábado, 7 de agosto de 2010

"quién pagó la jaula al domador"



Un secreto: ya no converso con las madrugadas. Mi silencio se hace eterno y se petrifica cuando la noche reina. No sé cómo afrontar el tiempo cuando pasa el umbral.

Las gotas de sudor de la luna siguen cayendo sobre mi tejado, pero ya no las aprecio.

¿Esperar a enero?

Alguien me ayudará a sacar las fuerzas, a cobrar más minutos cada 24 horas para redescubrir la esencia de las largas e indestructibles madrugadas. Mientras, aguantaré por frenar los impulsos nocturnos.

Eliminar la necesidad de dormir para aprender a soñar despierto.

jueves, 5 de agosto de 2010

Huir para volver

Mi universo. Ciudades llenas de pajaritos y ensoñaciones. Enfoco un primer plano de la arteria que me lleva a cometer locuras. Todo me grita desde dentro que lo haga, ¡reacciona! Tienes que dejar tu ciudad un par de días, sí, lo vas a hacer.



Mis ojos se encontraron con sus gemelos inexpresivos una vez más frente al espejo. Ya se habían visto antes, pero nunca habían conectado confirmando la seguridad de hacerlo.

Nada es lo que parece. Las palabras no saben refugiarse por sí mismas.

Tengo que estar ahí, tengo que ahogar esos gritos en lágrimas para que sólo sufran un par de almas bondadosas. Desaparezco sin respirar, cedo todas mis fuerzas para enfrentarme a otro aire y a la magia de esa ventisca que algún día me invadirá.

Cada noche tiene su encanto, pero por ahora, sigo prefiriendo la mía. Aún así, huyo.

Shhhhhh, calla y observa, vuelvo a pasar la frontera imaginaria. Sí, con tu ayuda. Ya estoy llegando, ve cerrando los ojos.

martes, 3 de agosto de 2010

Libro y frase al azar: viaje a Estocolmo


"Aquel día Lisbeth Salander llevaba una camiseta negra con la cara de un ET con colmillos y el texto I am also an alien. Una falda negra, rota en el dobladillo, una desgastada chupa de cuero negra que le llegaba a la cintura, unas fuertes botas de la marca Doc Martens, y calcetines con rayas verdes y rojas hasta la rodilla. Se había maquillado en una escala cromática que dejaba adivinar un problema de daltonismo. En otras palabras, iba bastante más arreglada que de costumbre".


Los hombres que no amaban a las mujeres - Stieg Larson

Brielle

Un relato le da vueltas a mi cabeza día y noche. No sé por donde cogerlo, las obligaciones me acechan y el verano sigue avanzando.

Fue algo así como "esta ya la conocía, yo quería algo de tú música, algo extraño".

Me conmovió. La repito una y otra vez porque me balancea hacia el mundo que construyo diariamente y me sigo preguntando cada vez que camino escuchando mi mp3 si alguien en el mundo, escuchará la misma composición de artistas que yo. Creo que es imposible y de ello me congratulo sin saber exactamente el por qué. ¿onanismo?

No, creo que es algo más personal, algo que se retuerce dentro de mí.

.............................................................................................................

Ayer, corriendo, recordé a Murakami cuanto constantemente, repite en su último libro que cuando está corriendo, disfruta del paisaje, que no piensa en nada. Me pareció casi imposible verlo así, pero cuanto más avanzaba, cuantos más metros dejaba tras de mí, más comprendía aquello de "no pensar en nada". El tiempo va pasando incomprensiblemente, sin mediar hechos contigo más que el de la siguiente canción que remueve mis tímpanos.

He aquí la canción que ayer me mantuvo firme intentando mantener el reto que el propio nipón tiene a la hora de correr, aguantar hasta el final sin andar.




Volvemos a lo mismo, es una reacción extraña y personal, pero el incierto corredor que por ahora intento ser, ya tiene como premisa esa afirmación se pregunta por qué mientras vuelve a calzarse sus deportivas.

domingo, 1 de agosto de 2010

Casualidades: Pira II parte


"Escuchándole se me ocurrió que en aquel instante lo único que me podía proporcionar alguna satisfacción era prenderle fuego al mundo entero y arder con él. Corelli, como si hubiese leído mi pensamiento, sonrió enseñando los dientes y asintió.

- Yo puedo ayudarte amigo mío."

El juego del ángel - Carlos Ruiz Zafón



(el fuego desafía la suerte con la que abro los libros)

Talking to the moon

No sé si la cabeza es la que me pide hacer locuras, pero creo haber tomado la decisión de hacer una en este mismo instante. Necesito contarlo sin hacerlo.

Días, horas, miles de minutos perdidos desde aquel 26 de julio. Irrecuperables. ¿Por qué seguir esperando cuando puedo seguir contando en otro lado?

El tiempo hará que todo momento perdido se recupere impepinablemente, pero si las nubes siguen pasando sin susurrarme que llega ese momento, tendré que forzarlo. Quiero hacerlo, me apetece, lo necesito. Me repito, pero esas son las palabras que me transmiten cada sensación que rodea mi cuerpo. ¡YA!

La lista al comienzo del verano era interminable, millones de cosas por hacer y hasta ahora, pocas hechas, algunas empezadas y muchas pendientes.

La locura aparece cuando menos te lo esperas, siendo o no locura lo que me domina, porque no se manejarlo. De una manera u otra, desapareceré este fin de semana para desembarcar en algún otro rincón de este universo y espero que allí, encuentre lo que ahora mismo retumba dentro de "lo que cojones pueda ser todo esto".



PD: Joder, después de escribir esto, encuentro esta canción. Y sí, me lo explica todo.

"At night when the stars light on my room i sit by myself talking to the moon, try to get to you".