sábado, 19 de junio de 2010

Love ain't the enemy

Pienso en chorradas constantemente y la seriedad se aleja de mis primeros párrafos. Odio hacer la cama y me reafirmo en que no tiene sentido, nadie me bajará del carro.

"Dámelo y haré algo"

Eso mismo que un día un filósofo majolense balbuceó, hoy se convierte en mi lema vital. El problema es encontrar esa determinación para encontrar el significado del algo. Con el paso de los días la mente jugará un poco conmigo hasta dar con la solución, pero hasta entonces destrozaré mi propia voz contra la pared hasta que me escuche.

La armadura está destrozada, pero aguanta gracias a las millones de notas musicales. Quizás el escudo deberían ser los sentimientos. Stop.

Los sueños siguen jugando conmigo, los recuerdos se mezclan con vivencias irrelevantes que no tiene nada que decirme, pero siguen apareciendo para decirme algo. Sí, todos hemos tenido 9 años, ¿cierto? Al menos el tetris ha dejado de aparecer.

Escribo sin nada en la cabeza, sin pensar en lo que siento en cada instante, porque podría destrozarme a mí mismo si así lo hago. Blanco, cuadrado blanco sobre una pantalla blanca.

El ayer me llama sin fuerzas para darme una salida.



Las palabras se atropellan sin sentido y parece que el silencio me provoca más dolor del que creía sentir. Quizás necesito la indiferencia para seguir adelante.

Mañana será otro día más, pero no las mismas canciones, ni la misma voz, ni el mismo tono. Diferente peinado, diferente pie con el que levantarme, otra camisa, otra sonrisa, otro partido del Mundial, otra comida, otras ganas con las que comerme un mundo que se me antoja demasiado grande como para luchar sólo.

La radio se suma a mi impulso diario ser ese algo con lo que formar una masa uniforme y salir adelante. Un juguete propio que nadie podrá tocar. Ni yo mismo sé si puedo cambiar el sino de lo que estoy creando.

Cuando crees que puede ser un gran día, no lo es. Despiertas feliz y terminas con la misma sonrisa con la que amaneciste, pero no recaes en que los malos momentos, por segundos que fueran, se van repitiendo en tu futuro más cercano. Otra vez no.

El eco se repite, me sigue pidiendo lo mismo con las palabras que le susurré ayer en el preludio del sueño. Mañana parece imposible, sigo sintiendo que todo avanza y que al mismo tiempo sigue maltratado por el espacio-tiempo en algún pensamiento que sigue perdido en algún pozo.

Cuadrado negro sobre fondo negro. Punto negro en el centro. Precioso. Mañana también será todo diferente.

viernes, 18 de junio de 2010

Una y otra vez

Tenía que chocarme de frente para darme cuenta de lo que necesitaba. La radio ha vuelto a mí como un impulso de un sueño que no consigo recordar. Frío, raro y emocionante.

Ganas de soledad inusitada, de cientos de horas en autobuses pensando en una sola ilusión, mi futuro. Tantas y tantas vueltas para acabar en el puesto de salida. Convencido sigo de mi invisibilidad. Pero no reniego. Lucho para que la lucecita siga brillando, a pesar de que dejarse llevar puede traer consecuencias.



Los secretos de madrugada se acabarían convirtiendo en diario de un madrugador. La razón sigue del revés y prefiero dejarla de lado para convencerme a mí mismo de que ilusionarse es una gilipollez. Luchar y confiar en que tengo la capacidad suficiente como para salir de la pecera y pintarme de luces reflectantes. Sheldon, qué idea me diste colega.

"Parar, respirar y sentarme en mitad del camino"

Yo prefiero respirar, contemplar el camino que me queda y seguir paseando sin pensar en cómo voy a llegar al final, porque nunca intentaría parar.

jueves, 17 de junio de 2010

Tic Tac, senti come pasa

Los zarpazos con guantes nunca me parecieron peligrosos.

Una noche larga la de ayer. 06:30 A.M. No entiendo cómo pude acostarme tan tarde. Lo sé, pero no sé cómo explicarlo. La excusa sería que esta madrugada es la final de la NBA, el séptimo partido de los Lakers-Celtics y que mi mente necesitaba prepararse para tal acontecimiento. Nada de eso. Me fui gratinando lentamente bajo el destello lejano y casi imperceptible del calor de mi habitación con una sola idea en mi mente y en mi cuerpo: "no tengo sueño". Quizás era que me sentía libre. No, Juan, joder, no era eso.

Dormí tan poco que incluso conseguí soñar y recordarlo com si fuera real. Demasiado nítido, con muchos detalles, con muchas fotos, pero sin volumen. Mute total. Una por una las fotos fueron aplastando mi cabeza de cuatro horas de sueño. Horarios cambiados, el Mundial sigue adelante, sigo con empresa aparcado, pero tengo una similitud cerebral de lo que podría denominarse sonrisa.

Exaltado, como un loco, he empezado a buscar libertad entre mis cuatro paredes. La piscina está tan cerca y tan lejos, que me olvido de ella y me centro en mi propia corriente.

Sigo dominado por una canción, no me quito al niñato de la cabeza. Ahora también por un sueño, o mejor dicho, por darle al play para que la banda sonora ponga sus notas entre foto y foto y pueda convertirse todo en un juego de niños. No es más que eso, avanzar para segiur adelante. Si sigo refrán, el que parte se lleva la mejor parte. En mi caso el que sueña tiene las de perder, aunque no sabe jugar con el tempo. ¡Que alguien le enseñe rápido, porque va a morirse de esperar!

El maestro habla:

"El tiempo es una palabra, no se detiene"

miércoles, 16 de junio de 2010

Rubik

Todo empieza con el cerebro, sigue con el murciélago, se termina confirmado como un gran tiburón, hasta que tengas que caer en la trampa del cocodrilo. El orden es el que es, no puedes cambiarlo. Que así sea Jay Z.

Sabes que tengo, tenemos preparada la franco, en la esquina maravillosa del Kick Ass. Me gusta la idea. Seguir el rumbo que marcan los días e intercambiarlos sin sentido hasta completar el plan. Es lo que es, no tiene más que contradicciones y vamos a completar el puzzle. Sí, ese cubo de rubik de Manhattan es la clave. Si encaja, será genial y me alegraré por ti.

Cambio de tercio, maestro.



Horas y horas montadas sobre sonrisas. Llegó y pasó el miércoles y me siento algo más libre. El verano sólo es un futuro sin ataduras, pero sigue siendo lo mismo, lo impotante es todo aquello que te rodea. Si está cerca de ti, seguirá siendo tan importante antes y ahora. ¿Por qué más importante en vacaciones? Tiempo, tenías que haber aparecido antes de que todo esto sucediera para darme un respiro.

La avalancha será la misma antes que ahora, decisiones importantes, un futuro, un presente. Lo primero ilusiona, lo segundo atrae. Ambos congeniarán tarde o temprano, tendré que obligarlos.

El paso a la segunda fase se hace eterno y en 72 horas siento cómo mi cuerpo se desvanece sin pensar siquiera las consecuencias de estar tan débil. Me sigo volviendo loco por saber qué tengo que vivir y cómo hacerlo, pero bosquejo que en el fondo la puerta está a punto de abrise. Tengo el pestillo preparado para cuando des el paso. Paciencia. Vas, voy. La música me provoca con sus acordes y las teclas del piano suenan solas en un salón buscnado la melodía perfecta. La tengo en mis entrañas y por eso suenan hoy a explosión, porque el que nada tenga sentido, hace que la vida me siga dando patadas hasta hacerme sentir especial.

¿Acaso no lo hemos sentido nunca?

Never say never. La que me está dando el hijo de Will Smith y Jay B.

martes, 15 de junio de 2010

Pick it up

That should be me. Hacer camino al andar, mirar constantemente atrás.

Debo ser yo aquel que no se te olvida de la cabeza, que por más que pienses sigue presente en todos tus segundos vacíos. Segundos interminables frente a una canción, a un suspiro interminable que nunca se hizo realidad. Se hará, por más que la vida sólo te haya tratado a patadas, o que la felicidad no haya aparecido en mayúsculas.

Me encierro en mi jaula de canciones para desaparecer de la multitud. Never say never.



Nunca volveré sobre mis pasos, nunca repetiré mis acciones, nunca volveré a ser el de antes, pero quiero seguir siendo esa sonrisa fugaz que retrata mis huellas. Una a una, quiero mantener la promesa de recordar mis actos, cada uno de ellos. Y avanzar.

El destino no habla conmigo, no me convenció para hacer que todo esto siguiera adelante, no me apoyó cuando sabía todo lo que iba a pasar. No hay un plus de realidad en todo esto. Idiota. Si todo se redujese a eso.

Prefiero ser un idiota con sueños, con sueños eternos e interminables que nunca se apagarán. Mi cabeza lucha por contradecir mis actos, pero sigo sin esforzarme. Miro una y otra vez a los ojos al vacío y me sigue convenciendo de que le aguante el pulso; sólo un poco más. Idiota, sin decirlo, ya sabes que todo te reserva un final.

Despierta, abre los ojos, ciérralos, sueña, ponte en pié y mira el punto sin retorno. Nunca vuelvas a decir que no lo puedes hacer. Nunca. Levántate y hazlo.

Ahora despierta, y sigue vacilándole a la realidad.

lunes, 14 de junio de 2010

2 de julio

En mi mundo, todo pasa muy deprisa. Pausa. El reloj sigue su curso sin mí, pero puedo jugar con él a mi gusto.

Con cada canción, escribo de una manera u otra. Si hoy fuera tu último día.



Pues nada, paso a paso, damos pasos de gigante, a la mierda los exámenes, cada vez más desmotivado y pensando en lo que estudiaré. NOOO, mierda, no. Nada de pensar, el último día. Disfrutar, nada de pensar, seguir, caminar, sintonizar conmigo mismo y contigo, con ese tú que estás vagabundeando por mi mente. Serás solo un espectro durante un tiempo, dame unos días. Coleccionaré momentos que todavía no han llegado.

Nada, sigo aquí, internado en mi propia mente, el puto miércoles sigue consternando mi realidad. Seré libre, con alguna espina, pero ese miércoles noche seré libre y seguiré pensando en ese último momento del día a cada instante que me quede a solas con un acorde de piano. De ese piano.

No me salen las palabras, pero entiendo su significado en mi mente. No es el mejor día, pero lo será. Quedan pocos para que lo sea. Veranito ito ito. Juanito ito ito.

El 2 de julio, me voy a perder, sólo, con mis acordes, por Sevilla.

A ver quién me encuentra.