lunes, 29 de agosto de 2011

Indemne

Débil ante los mil recuerdos que nunca conocerás de mí, indemne ante todo aquello que desprendes.



Tus palabras de disfrazan y me encantaría deleitarte con una frase lógica que destroce todo aquello por lo que luchas. Pero prefiero sonreir y destripar mis adentros en lágrimas de felicidad.

Congestión de almas, de notas musicales que al tan tan se ofrecen para llevarme entre guiones insonoros.

Nadie puede consolarme si sigo firme ante mi día a día. Ya olvidé eso de explicarte el mundo en el que vivo, así que sigamos nuestro rastro hasta encontrarnos en aquel jodido mundo en el que siempre creíste que me mirabas agachando la cabeza.

Shalalalá

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