Click. Alguien toca una tecla equivocada.
Unos labios desconocidos se acercan a mi nuca.
Se eriza el nudo de mi garganta.
El escalofrío me agobia, no me deja pensar. Mantengo la venda en la mano y mis ojos frente a la pared. El aire gélido vuelve a atacarme por la espalda. No llego a sentir más que un suspiro cálido. Tiemblo.
Impotencia y silencio. Abro los ojos. La pared desaparece y comienzo a caminar sin celeridad.
Una voz soñolienta y desconocida me susurra al oído.
-¿No vas a venir?
-¿Acaso no ves que me estoy alejando?
No miro hacia atrás, olvido esa voz desconocida. Avanzo veinte, treinta metros y me doy la vuelta. Demasiado difuminado.
1 comentario:
Muy emotiva e inspiradora la canción, es de esas con las que te dan ganas de estar con una sonrisa de oreja a oreja todo el día (?). :D Exactamente así.
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