La lágrima del lunes se rejuvenece con el paso de los segundos. La gaviota vuela sin idea de por qué lo hace. Sueña, se posa en mil ramas y vuelve a descansar.
Vuelta al comienzo, todo sigue igual, un viaje más, palabras que repasar, objetos que mudar, mentes que liberar.
El sueño no me puede, pero debilita mi cuerpo.
Los tres hermanos tienen el gran secreto, allí donde yace el lugar al que creo pertenecer.
Martes 27, espérame despierto esta madrugada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario