jueves, 24 de junio de 2010

What am I doin', What are you doin'

Despierto con la incógnita del jueves 24 de julio y con una nueva noticia, ya tengo prácticas. Cambio el verde por el rojo. Irónico. Especial. Mi santo. 4 felicitaciones, contadas.

Anhelaré acostarme a las 4 de la mañana sabiendo que a las 7 y media, 8 tendré que estar de camino a Nervión. La radio me ilusiona tanto que no puedo describirlo con palabras. Llega el primer verano con agobios, con curro, con verdaderos exámenes para septiembre y con más ganas que nunca de disfrutar. De todos vosotros. Ahora creo que os necesito más que nunca. Rafiki y todos los mamones que lo perseguís descalzos, sabeis de lo que os estoy hablando.



El filo de esa navaja no tiene fin. La agarras con tantos nervios que puedo vislumbrarla bajo tu regazo y ahora, se también quién te ayuda a mantenerla firme. Pesa demasiado. No es tan fácil empuñar una daga como esa y atacar, además es una misión demasiado dificil para una sola persona. Déjame advertirte que poco a poco, esa hermosa daga de cristal se irá convirtiendo en un serrucho de plástico que no tendrá siquiera capacidad para destrozar a un playmobil. Recuerda, seas quien creas que seas al leer esto, soy ancho, anchísimo de espaldas.

El no entenderlo no creas que se equipara a la indiferencia que puedo sentir, porque no sé siquiera como puedo actuar. Todos lo saben, muchos actúan, otros callan. Yo dudo porque tengo demasiados sentimientos cruzados como para comenzar a destruirlos sin que quieras contarme lo que está pasando.

Indeciso, camino a regañadientes hacia mi destino sin creer en él. Confío más en mí mismo y por ello voy a salir adelante a pesar de tantas zancadillas. Muchas. Algunas no las veo, las noto. Otras las tengo tan cerca que puedo olerlas. Prefiero callar y sentirme mudo para aparentar normalidad.

La fragilidad sigue jugando conmigo a deshoras.

No hay protagonistas en un relato que cuenta mi propia historia y ahí cualquiera puede entrar sin darse cuenta y destrozar lo que llevo escrito en la palma de mi mano. TINTA TRANSPARENTE, INDISOLUBLE, ETERNA.

¿He contado alguna vez que me encanta escribir? Sí, tengo tintas de miles de colores.

No hay comentarios: